Tomado de: CDRI
El Global Infrastructure Resilience Report aborda una brecha crucial en el continuo discurso sobre la resiliencia de la infraestructura al proporcionar un argumento convincente desde perspectivas económicas, financieras y políticas para priorizar las inversiones en resiliencia.
Una de las contribuciones innovadoras del reporte es la introducción del Modelo Global de Riesgo de Infraestructura y el Índice de Resiliencia (GIRI). Desarrollado por un consorcio de destacadas organizaciones científicas y técnicas en colaboración con el CDRI, esta herramienta innovadora genera un conjunto integral de métricas de riesgo financiero de acceso público para más de 200 países y territorios en todo el mundo. Estas métricas abarcan todos los principales sectores de la infraestructura, incluyendo energía, transporte, telecomunicaciones, agua y saneamiento, puertos y aeropuertos, petróleo y gas, salud y educación. Además, el GIRI evalúa los riesgos asociados con diversas amenazas, como terremotos, tsunami, deslizamientos, inundaciones, vientos ciclónicos, marea de tormenta y sequías hidrológicas.
Además, estas métricas de riesgo financiero facilitan la evaluación del «dividendo de la resiliencia». Este concepto abarca una amplia gama de beneficios resultantes de las inversiones en resiliencia de la infraestructura. Estos beneficios incluyen la prevención de pérdidas de activos, la minimización de interrupciones en los servicios, el mejoramiento de la calidad y confiabilidad de los servicios públicos, la aceleración del crecimiento económico y el desarrollo social, la reducción de emisiones de carbono, la promoción de la biodiversidad, la mejora de la calidad del aire y del agua y la optimización del uso de la tierra, entre otros. A lo largo de la vida útil de la mayoría de los activos de infraestructura, el dividendo de la resiliencia suele superar con creces la inversión adicional requerida.
El informe también destaca las Soluciones de Infraestructura Basadas en la Naturaleza (SIbN), enfatizando su papel en complementar, sustituir o salvaguardar la infraestructura tradicional «gris». Aboga por actividades que permitan fortalecer el conocimiento y las capacidades, documentar las mejores prácticas y formular estándares apropiados. Estos esfuerzos son esenciales para llevar a las NbIS de su estatus como un enfoque novedoso a una práctica cotidiana, especialmente en sectores críticos como la gestión del agua y la mitigación de riesgos.
Esta edición inaugural del Informe Bienal del CDRI es un recurso valioso para gobiernos, inversores y actores interesados en todo el mundo. Está diseñado para fomentar discusiones y facilitar la implementación de las recomendaciones clave descritas en el informe. Además, el informe tiene como objetivo fortalecer la colaboración global en busca de mejorar la resiliencia de la infraestructura.
Ver artículo original (en inglés).