Gestión y adaptación
La combinación de los nuevos conocimientos y técnicas de la ingeniería y la ciencia, que permiten una modelación más precisa de pérdidas y un mejor entendimiento científico del riesgo, permiten desarrollar instrumentos y herramientas para reducir y mitigar el impacto de eventos naturales.
Los desastres extremos están caracterizados por la ocurrencia de fenómenos de baja frecuencia y alta severidad, además de su naturaleza aleatoria, que no permite conocer el momento y lugar de ocurrencia del próximo evento. Por sus características, las pérdidas que estos eventos generan pueden causar problemas de solvencia a los gobiernos nacionales.
El aumento de los daños y pérdidas en los activos en las últimas décadas, se debe a varios factores, dentro de los cuales está el crecimiento desordenado y vulnerable. Esto combinado con procesos de deterioro ambiental y problemáticas de tipo socioeconómico, relacionadas con el crecimiento y el aumento de la densidad poblacional en áreas propensas.
Para lograr un desarrollo sostenible, que beneficie a un espectro amplio de la sociedad, y un desarrollo con transformación, es ineludible contar con una gestión integral del riesgo de desastres que permita un desarrollo seguro. Los planes de desarrollo y de ordenamiento territorial deben incorporar el riesgo como determinante y la gestión del riesgo de una manera integral, con el fin de corregir aquellos aspectos que, en el pasado han generado el riesgo, o que deben evitarse para que no se generen nuevas condiciones de riesgo.
En INGENIAR diseñamos y asesoramos el desarrollo de instrumentos para la protección financiera con base en estudios de riesgo, como política pública complementaria a las acciones del Estado en relación con el enfoque tradicional de la gestión de riesgos.
Estos mecanismos permiten gestionar el riesgo en sus diferentes fases y disminuir la carga fiscal del gobierno una vez ocurrido un desastre.
¿Qué ofrecemos?
- Beneficio-costo
-
Evaluación
holística - Indicadores
-
Planes de
gestión del
riesgo -
Planes de
ordenamiento
territorial (POT) -
Sistemas de
alerta temprana
- El análisis beneficio-costo aplicado al análisis de riesgo es un procedimiento sistemático que permite evaluar las decisiones que se derivan de una gestión estratégica del riesgo.
- La relación beneficio-costo está definida como la relación entre el valor de las pérdidas que se lograría reducir en caso de implementar un determinado programa de mitigación sobre elementos expuestos y el costo que tendría dicho programa para cada uno de los sectores de análisis.
- Este enfoque es útil para planificar estrategias óptimas de mitigación de riesgo, pues permite hacer comparaciones probabilistas de los beneficios esperados de un plan de gestión de riesgo.
- El riesgo no solo tiene que ver con la potencial ocurrencia de eventos, sino que también es el resultado de un desarrollo urbano desorganizado y prácticas y actividades inadecuadas de la población que conducen a la construcción de elementos susceptibles al daño en zonas propensas al riesgo, además de comprometer las capacidades de respuesta y recuperación de las comunidades.
- Más allá de las pérdidas potenciales que una sociedad puede experimentar, factores sociales, económicos, ambientales y culturales, pueden mejorar o empeorar las condiciones de una comunidad para responder y recuperarse de eventos adversos.
- Estos factores juegan un rol muy importante en la construcción de riesgo futuro, así como el riesgo actual es resultado de decisiones pasadas. Aunque en los últimos años se ha avanzado en el desarrollo de prácticas y actividades para la disminución y mitigación del riesgo, la reducción del riesgo físico es un proceso largo y constante. Por otro lado, el incremento y la acumulación de vulnerabilidad son alarmantes, resultado entre otros, de factores como la toma de decisiones desinformadas por parte tanto de las autoridades políticas como de la comunidad, lo cual refleja una falta de efectividad en la gestión del riesgo.
- Por lo tanto, una estrategia de gestión integral del riesgo debe estar basada en un enfoque multidisciplinario que considere no solo el riesgo físico y los impactos directos, sino también un conjunto de factores socioeconómicos que favorecen impactos secundarios o intangibles en caso de la ocurrencia de un evento, tal como el impacto social que se deriva de los efectos físicos o daños y que está relacionado con los efectos en la población, en sus medios de sustento e ingresos, en las interrelaciones sociales y productivas, y en los servicios y valores culturales.
- El enfoque holístico para la evaluación del riesgo busca reflejar el riesgo total, considerando, por un lado, la vulnerabilidad física o daño físico potencial, que está directamente conectado a la ocurrencia de eventos, y por el otro, capturando como los factores de riesgo subyacentes – sociales, económicos y ambientales (coeficiente de agravamiento, F) – que no están relacionados directamente con la amenaza, agravan las condiciones frente al riesgo físico actual, en términos de capacidad para resistir, responder y recuperarse de los efectos adversos de los impactos.
- Múltiples aplicaciones de este enfoque tanto a nivel urbano como a nivel país en los últimos años han demostrado que la evaluación holística es una herramienta útil para evaluar, comparar y comunicar el riesgo, al mismo tiempo que facilita y orienta la toma de decisiones, contribuyendo al mejoramiento de la efectividad de la gestión del riesgo, así como a la identificación y priorización de medidas factibles y eficientes de prevención-mitigación en sus diferentes dimensiones.
- El riesgo de desastres no sólo depende de la posibilidad que se presenten eventos o fenómenos naturales intensos, sino también de las condiciones de vulnerabilidad que favorecen o facilitan que se desencadenen desastres cuando se presentan dichos fenómenos.
- La vulnerabilidad está íntimamente ligada a los procesos sociales que se desarrollan en las áreas propensas y usualmente tiene que ver con la fragilidad, la susceptibilidad o la falta de resiliencia de la población ante amenazas de diferente índole. En otras palabras, los desastres son eventos socio-ambientales cuya materialización es el resultado de la construcción social del riesgo. Por lo tanto, su reducción debe hacer parte de los procesos de toma de decisiones, no sólo en el caso de reconstrucción post-desastre, sino también en la formulación de políticas públicas y la planificación del desarrollo. Por esta razón, es necesario fortalecer el desarrollo institucional y estimular la inversión para la reducción de la vulnerabilidad con fines de contribuir al desarrollo sostenible de los países.
- Un sistema de monitoreo de eventos potencialmente críticos es, por tanto, uno de los componentes principales de cualquier SAT. En algunos casos específicos se puede tener conocimiento de la ocurrencia de un evento con capacidad destructiva antes de que los efectos se presenten, y si se cuenta con una adecuada instrumentación, resulta posible enviar una señal de alarma a los pocos segundos después de ocurrido el evento para activar el SAT.
- Con el fin de mejorar el entendimiento del riesgo de desastre y el desempeño de la gestión del riesgo, un Sistema de Indicadores transparente, representativo y robusto, de fácil comprensión por los formuladores de políticas públicas, relativamente fácil de actualizar periódicamente y que permitiera la comparación entre países se desarrolló por el Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales. Este Sistema de Indicadores se diseñó entre 2003 y 2005 con el apoyo del «Programa de Información e Indicadores para la Gestión de Riesgos» (link a página IDEA) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
- El propósito del Sistema de Indicadores es dimensionar la vulnerabilidad y el riesgo, usando indicadores a escala nacional, para facilitar a los tomadores de decisiones de cada país tener acceso a información relevante que les permita identificar y proponer acciones efectivas de gestión del riesgo, considerando aspectos macroeconómicos, sociales, institucionales y técnicos. Este sistema de indicadores permite representar el riesgo y la gestión del riesgo a escala nacional, facilitando la identificación de los aspectos esenciales que lo caracterizan desde una perspectiva económica y social, así como también comparar estos aspectos o el riesgo mismo de los diferentes países estudiados.
- Una de las estrategias más efectivas para la prevención y para la reducción del riesgo es la planificación urbana, en la medida en que se intenta ubicar a la población, la infraestructura física y actividades económicas en zonas aptas para cada tipo de actividad, de acuerdo con las capacidades del territorio.
- Los planes de ordenamiento territorial tienen como objetivo orientar y regular el uso y ocupación del suelo con el fin de alcanzar un escenario óptimo de desarrollo económico y social en el entorno geográfico. Además de la regulación del uso y ocupación del suelo, el POT define programas y proyectos y la adopción de instrumentos de gestión para su implementación.
- En Colombia desde finales de los años 90 se impulsó el desarrollo de POT’s en los municipios, teniendo como uno de los elementos principales la incorporación de las amenazas y el riesgo como determinantes de la planificación física, considerando por tanto la reducción del riesgo como uno de sus componentes.
- La regulación para el POT se establece a partir del análisis y la toma de decisiones. En este contexto, el análisis del riesgo y la amenaza se convierte en un elemento indispensable, pues los resultados de la evaluación conforman la base para un apropiado entendimiento de las condiciones del territorio y por lo tanto una correcta definición de los contenidos del POT, especialmente cuando se trata de determinar la aptitud ambiental de posibles zonas de expansión urbana o de localización de nueva infraestructura, incluyendo políticas que permitan reducir el riesgo frente a distintos tipos de amenazas, para así alcanzar los objetivos de desarrollo económico y social.
- En INGENIAR realizamos estudios de amenaza y evaluaciones del riesgo con características específicas, que permiten obtener mapas de zonas de protección sobre los cuales se definen diferentes tipos de áreas en riesgo, para facilitar la toma de decisiones frente a aspectos relativos a los usos del suelo, tipo de construcciones y las medidas específicas acerca del tratamiento de estas zonas. Asesoramos la creación de políticas de reducción del riesgo de desastres, así como el diseño e implementación de sistemas de monitoreo de las diferentes amenazas.
- Los terremotos han probado, a lo largo de la historia, ser una de las amenazas naturales con mayores niveles de afectación tanto económica como social.
- La ocurrencia de eventos sísmicos importantes que afecten una ciudad o zona de concentración de población está inevitablemente asociada con pérdidas económicas y de vidas humanas. Las grandes pérdidas generadas por terremotos implican un problema crítico para los países en desarrollo, especialmente en aquellos donde la exposición en términos de construcciones informales crece rápidamente.
- Si bien es posible determinar magnitudes probables para eventos sísmicos según la ubicación geográfica, así como su frecuencia de recurrencia, los sismos son eventos de gran incertidumbre.
- Aunque es bien sabido que la sismicidad es recurrente y también que sismos de bajas magnitudes son mucho más frecuentes que los de magnitudes altas, no es posible estimar cuándo ni dónde ocurrirá el próximo terremoto, así como tampoco conocer su magnitud.
- En este contexto, los resultados de la modelación de amenaza sísmica nos permiten predecir los posibles impactos de eventos probables en un sitio determinado, siendo por lo tanto una herramienta fundamental para la planeación del desarrollo, el ordenamiento territorial y la planificación física. Conocer la amenaza nos brinda herramientas para reducir el riesgo.
- Módulo CAPRA para la evaluación de la amenaza sísmica y de tsunami R-CRISIS.
- Los Sistemas de Alerta Temprana (SAT) son declaraciones que hacen los gobiernos con el fin de activar un conjunto de procedimientos preestablecidos tanto por las instituciones como por la población para responder a una probable emergencia generada por la ocurrencia inminente de un evento desastroso,su diseño está basado en uno o varios escenarios de referencia provenientes de los eventos estocásticos generados en el análisis probabilista. Los SAT son útiles tanto para manejar situaciones antes de la ocurrencia del evento como para eventos que ya se han presentado, como es el caso de sismos, tsunamis, algunas inundaciones, crisis volcánicas, huracanes y otros.
- Un sistema de monitoreo de eventos potencialmente críticos es, por tanto, uno de los componentes principales de cualquier SAT. En algunos casos específicos se puede tener conocimiento de la ocurrencia de un evento con capacidad destructiva antes de que los efectos se presenten, y si se cuenta con una adecuada instrumentación, resulta posible enviar una señal de alarma a los pocos segundos después de ocurrido el evento para activar el SAT.
- Por otro lado, aún en los casos en que no se cuenta con tiempo suficiente para realizar evacuaciones es posible generar una estimación inmediata tanto de la distribución de intensidades máximas esperadas para el evento como de su impacto esperado, con el fin de generar información básica que permita a los organismos responsables reaccionar lo más rápido posible después de su ocurrencia.
- Al disponer de un modelo que permita estimar el impacto de un evento en una zona de interés, con base en la intensidad del evento registrado en un instrumento determinado, es posible tomar decisiones sobre acciones a seguir. Esta es la base conceptual para los sistemas de alerta y de estimación inmediata de impactos luego de un evento, de manera que con el solo registro de una intensidad en un equipo de referencia es posible activar los planes de emergencia y contingencia y orientar la respuesta requerida desde los primeros minutos después de ocurrido el evento.